Un compañero de viaje de muchas horas con quien puedes platicar a gusto es una bendición. Yo aprendí mucho en ese trayecto, desde las razones físicas por las que un avión vuela, hasta la filosofía de vida en las alturas. Por ejemplo me di cuenta de cómo la altura relativiza mucho lo que se queda abajo, todo se ve en perspectiva, todo se ve lejano, todo tiene orden al mirar desde el cielo, todo se ve armónico, no hay tráfico, no hay amontonamiento, no se percibe el estrés de las relaciones ni las prisas.
Es como en la terapia psicológica, cuando logras tomar distancia del problema y lo ves desde lejos, como si fueras un espectador del mismo, es mucho más fácil visualizarlo y darle soluciones, que cuando estás metido de lleno en él y te sientes totalmente involucrado.
Arriba de las nubes no es estar en las nubes, es rebasarlas y verlas en perspectiva, es tomar conciencia, es darte cuenta.

Esa conciencia que considero es tan importante, podemos lograrla estando constantemente en contacto con nosotros mismos, sin dejar de estar por encima de las nubes. Esto puede sonar raro, pero es como estar en la acción, en la realidad, en el campo de juego, y a la vez ser el observador de dicha realidad, como si tuvieras el monitor de lo que está pasando en presente, lo vieras y a la vez lo vivieras; como si el árbitro tuviera todos los acercamientos de la jugada, y las diversas tomas y ángulos en el presente, antes de dar el silbatazo; a la vez que está sudando, corriendo y siguiendo la jugada está viendo lo que los demás vemos en la tele, a través de las cámaras. Es un mundo fascinante. Es el mundo de la conciencia, es un mundo al que tú y yo podemos acceder constantemente. La llave para tener acceso a este mundo es el silencio, la reflexión, la meditación, la contemplación, la oración. En una palabra la conciencia.
Por eso los grandes místicos, los maestros espirituales de todas las creencias y culturas son tan sabios, por eso son consultados por los demás humanos para tomar decisiones, por eso sus escritos y sus biografías se siguen leyendo y vuelven una y otra vez a dar sentido a la vida de muchos, vuelven a dar pistas para vivir.
Por ejemplo Francisco de Asís, cuando descubre este camino profundo, entra en contacto con todo el universo, con la naturaleza, puede hermanarse con el sol, los pájaros y las flores, puede hablar de tu al papa en turno y quitarse el sombrero ante un humilde campesino. Juan Bosco, sueña muchas noches lo que sucederá al día siguiente, realiza obras increíbles comenzando con unos centavos, da respuestas desconcertantes: —Don Bosco ¿Dónde va? —Voy al cielo, y de paso a hablar con tal persona. Eso es visión, eso es conciencia, eso es estar presente, vivir el ahora con un gran sentido de vida. Eso es ser Santo. Es dejar ser, a través de nuestro cuerpo físico, al Cristo, al Buda, al Dios que llevamos dentro, que habita en el interior de cada uno de nosotros, que su templo favorito somos los humanos y que se manifiesta a través de todo lo creado, en todas las culturas, en todas las razas, en ti y en mí.
Ver desde las alturas y vivir con los pies n la tierra, no son dos realidades, es la contemplación en la acción, es vivir con sentido, es desarrollar todas nuestras potencialidades para crear un mundo donde podamos habitar, es en dos palabras decir SÍ al AMOR.
Te invito a ti joven a que vivas esta dimensión de interioridad, de contacto con lo esencial, a que no te pierdas en los medios, sino que te centres en los fines, a que tengas la valentía de estar por encima de las nubes con los pies en la tierra, a que seas una persona activa que se desarrolle, se encuentre, se entregue para dar vida, pero que no olvides que la esencia está más adentro, que lo que vale la pena es la profundidad y el sentido que le encontramos a todas esas acciones. Para ser una persona profunda hay que comenzar por las cosas pequeñas y sencillas, hay que comenzar con hacer de lo cotidiano algo sublime, y de cada encuentro una posibilidad de trascender.
Gracias Raúl por tu compañía en el viaje, gracias vida por todo lo que me pones delante para ser feliz en cada instante. Gracias Dios por hacerte tan presente a través de todo lo que me permites vivir y gozar.
Espero tus comentarios
Con mi cariño.
José Luis
Gracias por seguir en contacto:
http://www.dordesa.com/ joseluis@dordesa.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario