Cuando comenzamos con entusiasmo una actividad, generalmente tenemos motivos para estar contentos al realizarla y nos apasionamos por lograr nuestros objetivos. Pasados los primeros momentos, suelen aparecer elementos que distraen o que contraponen lo que queremos lograr, es por ello que comenzar proyectos suele ser más fácil que terminarlos.
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Muchas personas no terminan un curso, una carrera o un proyecto que inician, en las universidades hay muchas personas que terminan los estudios y no se titulan, o que comienzan la carrera y les faltan unas cuantas materias que nunca terminan.
No digamos de los planes que tenemos a nivel familiar o con los amigos, que muchas veces dejamos pendiente una reunión, un encuentro o una salida con los hijos a un campamento o una simple excursión que un día dijimos que queríamos realizar, y se nos queda en la intención, en el deseo pero no llega a realizarse.
Nos preguntamos si así es toda la gente, o si es por culturas o por costumbre. Yo creo que hay dos grandes enemigos del desarrollo, o sea de que las cosas se hagan, de que lleguemos hasta el final, de que coronemos lo que iniciamos con entusiasmo.
El más importante está dentro de nosotros mismos y se llama PENSAMIENTO.
El segundo está a nuestro alrededor y se llama ambiente.
Vamos a desarrollarlos para que, conociendo al enemigo, sepamos que estrategias utilizar para que nosotros ganemos la batalla y que a nuestros enemigos los convirtamos en aliados para nuestra felicidad.
La INTELIGENCIA RACIONAL, que es uno de los elementos más desarrollados por el humano, y que logra todo lo que se propone a través del pensamiento creativo, el juicio, la resolución de problemas, la toma de decisiones, etc. ; tiene al PENSAMIENTO, como herramienta básica. El cerebro humano está pensando constantemente, no para ni de día ni de noche. Este pensamiento nos ayuda a decidir si compramos una cosa u otra, nos enseña a calcular el tiempo que dedicamos a cada actividad, nos permite manejar aparatos complicados, etc.
Este maravilloso PENSAMIENTO, se hace nuestro más sutil enemigo en el momento en que él nos dirige y nos controla en lugar de que sea al revés, que nosotros lo utilicemos. Para que nosotros seamos los dueños tenemos que saber cómo funciona y ejercitar constantemente a través de la conciencia el DARNOS CUENTA, de lo que estamos pensando.
Algunos elementos prácticos para adueñarnos de nuestros pensamientos:
Hacer durante el día varias pausas en las cuales dediquemos espacios entre 5 y 10 minutos a estar con nosotros mismos, estas pausas pueden ser durante el trabajo, el estudio o cualquier actividad. Así como vamos al baño, o tenemos descansos o recreos.
Durante estas pausas cerramos los ojos de ser posible y vamos detectando los pensamientos que atraviesan nuestra mente y los nombramos. Por ejemplo, ahora me estoy acordando del jugo que voy a comprar, ahora pensé en María, ahora me acuerdo de mi madre, ahora estoy planeando mi tarde, ahora… y vamos describiendo cada pensamiento.
Después de darme cuenta de los pensamientos, me digo a mí mismo que cada pensamiento lo produzco yo, que es mío, que ni siguiera es una verdad universal, sino un simple pensamiento que yo he decidido tener. Por tanto me siento dueño de mis pensamientos.
Sigo mi vida normal con el propósito de que durante el día aparte de hacer pausas para este ejercicio, también en la actividad cotidiana puedo darme cuenta de mis pensamientos.
Me agradezco a mí mismo darme el tiempo para DARME CUENTA.
Haciendo este ejercicio con frecuencia voy a descubrir la cantidad de pensamientos que tengo que no son favorables, que son destructivos o nocivos principalmente para mí, que invierto mucho tiempo en devaluarme, en negar lo que puedo hacer, en empeñarme en resolver asuntos que no tienen solución. Por ejemplo me puedo dar cuenta de que ante una pérdida lo que corresponde es vivir el duelo y no estar pensando todo el día en el porqué me sucedió esto.
El segundo gran enemigo del desarrollo es el AMBIENTE. Desde el macro ambiente mundial que nos invade en forma de sociedad de consumo, de guerras, luchas, violencia y todo lo que conocemos como propuesta de una sociedad basada en el PODER, TENER Y GOZAR, en lugar de centrarse en el SER. Hasta el micro ambiente familiar donde con frecuencia estos mismos parámetros de dominio se imponen ante los del AMOR.
De los ambientes externos o lejanos no somos responsables, pero sí de los cercanos, cada uno de nosotros tiene influencia sobre muchas personas, y ahí es donde tenemos que utilizar esa influencia para crear ambientes positivos, por ejemplo:
En la familia el padre y la madre son dueños de crear un ambiente sereno, de paz, de armonía y participación. Desde tener la casa limpia, ordenada, y equilibrada, hasta crear actividades de juego, encuentro, cercanía y comunicación.
En los salones de clase y las oficinas, talleres, bodegas o cualquiera que sea el ambiente laboral. Por un lado los líderes tienen la responsabilidad de crear ambientes saludables en lo físico, lo emocional y lo relacional. Por otro lado cada estudiante, cada trabajador tiene también que poner su granito de arena.
En las iglesias, clubes, centros, grupos, etc. Los que organizan o tienen autoridad moral sobre los demás son los primeros responsables del ambiente. Además cada miembro, cada participante, cada persona tiene la responsabilidad de participar activamente para que ahí se desarrollen las personas.
De que los líderes y los demás participantes pongan lo mejor de ellos mismos, depende que un ambiente sea constructivo o que frene el desarrollo.
Una última palabra sobre LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, sobre todo los noticieros, tenemos que ser muy cuidadosos y no llenarnos la cabeza con lo que nos dicen, pues hacen fuerza en las partes terribles y destructivas del planeta y repiten las noticias de muertes, violencia, y negatividad muchas veces al día, sin embargo hay grandes y buenas noticias cada día que no se difunden.
Termino diciendo que lo negativo hay que tenerlo en cuenta, pero no hay que CONTEMPLARLO, con esto quiero decir que tenemos que saber lo que pasa, pero no dedicar mucho tiempo a hablarlo una y otra vez. Mejor hablemos de lo que nos nutre.
¡Qué bueno que siga habiendo nueva lectura, pues extrañamos a LIMON PARTIDO!!!! Nos vemos en unos días más!!! Saludos, Magdalena
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