"Que si mi hijo no va bien en la escuela, porque tiene la autoestima baja";
"Que si en esta pareja los dos no se lograron entender, porque les faltaba mucha autoestima";
"Que si el ego tan grande que tiene mi cuñado, es porque a él autoestima es lo que le sobra"… en fin que autoestima va y autoestima viene.

Yo creo que estimar algo tiene que ver con la valoración que se le da. Por ejemplo se habla de un valor estimado de cierta joya o que tiene un gran valor emocional, pero que el estimado que se le hace es de tanto más cuanto. Y me surge la pregunta ¿Cuánto valgo? La respuesta que cada quien dé a esta pregunta dependerá de muchas cosas y será variada, si le preguntamos a una de mis hijas, a mi esposa, a mi madre o a un familiar cercano probablemente se referirán a mi valía como padre, hijo, hermano, esposo o familiar, es decir a un valor emocional. Si le preguntamos a quienes trabajan conmigo darán una valoración de mi rendimiento, de mi entrega al trabajo, de mis resultados y de de mi facilidad para trabajar en equipo. Si le preguntamos a mis amigos hablarán en función de la intensidad de nuestra relación, o de la confianza que sienten. ¿Y si me pregunto a mí? ¿Cuál es mi precio? ¿Cuál es mi valor estimado para mí? ¿Cuánto significo? Un buen medidor de la autoestima es nuestro concepto del éxito y la paz interior que sintamos al vivir cada día.
Puedo preguntarte ¿Te levantas contento y con energía cada mañana? ¿Llegas en la noche a descansar satisfecho de tu jornada? ¿Te sientes con ganas de llegar a tu hogar? ¿Te reciben bien? ¿Llevas buenas noticias a los tuyos? ¿Llegas al trabajo con mucha creatividad y entusiasmo? ¿Perteneces a equipos laborales sanos y entusiastas? Estas son algunas preguntas que tienen que ver con tu nivel de satisfacción, o dicho en otras palabras con la felicidad que experimentas. Considerando el éxito como el logro progresivo de ideales valiosos y la paz interior como ese sentimiento de plenitud que nos hace vivir serenamente, estas preguntas pueden ir definiendo nuestro nivel de autovaloración.
Tres son los ambientes que podemos valorar y que son definitivos en la percepción que tenemos de nosotros mismos y por tanto de nuestra autoestima:
- UBICACIÓN EXISTENCIAL: Mis conceptos del mundo, de la vida, de Dios, del universo y mi papel en cada ambiente. Mi sentido de vida y mis proyectos personales.
- EQUILIBRIO EMOCIONAL: La inteligencia emocional en funciones, mis relaciones familiares, sociales, afectivas. La sensación de ser útil, el sentimiento de dar y recibir afecto. Este equilibrio no es estable, es dinámico y va cambiando en cada momento, pero es definitivo para mi bienestar.
- SATISFACCIÓN LABORAL: Que lo que hago me guste, me dé los medios para vivir como quiero vivir y me realice como creador y productivo. Si logro estar en un trabajo que me agrade, creo un ambiente de compañeros estable y gano lo suficiente para ir llevando la vida que proyecto, el ambiente laboral favorece mi percepción positiva.
Podemos decir que estos tres ambientes nos irán dando las claves para sentirnos bien, o para saber qué puntos de nuestra vida debemos cambiar. Además podemos hablar de seis pilares para medir nuestra autoestima, mismos que nos orientarán para poner estrategias adecuadas a nuestro comportamiento. Estos seis pilares son:
- LA PRÁCTICA DE VIVIR CONSCIENTEMENTE: El darnos cuenta de nosotros mismos, de dónde estamos parados en cada momento, de percibirnos con claridad y de conocer constantemente lo que nos va pasando.
- LA PRÁCTICA DE LA ACEPTACIÓN PERSONAL: Este soy yo en este momento, todo lo que tengo, lo que soy, lo que hago, es mío, me pertenece, por tanto al ser dueño puedo decidir qué hacer con cada parte de mí. Yo soy el dueño.
- LA PRÁCTICA DE LA RESPONSABILIDAD DE SÍ MISMO: Yo tengo el control de mi vida, yo respondo de mis actos, yo doy respuestas variadas a la vida, por tanto soy creativo al responder.
- LA PRÁCTICA DE LA AUTOAFIRMACIÓN: Significa que trabajo para ser autodependiente, que yo puedo con mi paquete de existir, no es que niegue a los demás ni me sienta aislado y autosuficiente, sino que soy el dueño de mí yo decido por mí, y constantemente me repito a mí mismo que yo soy yo, que estoy bien y que me abro al aprendizaje y a la sabiduría de los demás, no me devalúo, no me comparo.
- LA PRÁCTICA DE VIVIR CON PROPÓSITO: El poder de la intención es grande, es decidir tener el propósito de vivir en cada momento, es diseñar, soñar, planear, es ponerle pies y manos a los sueños para convertirlos en metas y realizar lo necesario para llegar a ellas, es decidir lograr, es ser proactivo.
- LA PRÁCTICA DE LA INTEGRIDAD PERSONAL: Integridad significa integración de ideas, sentimientos, valores y conductas para el logro de mis objetivos, es ser alquimista que todo lo que sucede lo convierte en oro espiritual para vivir con entusiasmo, con sencillez y con pasión. Integridad es ser capaz de tener una visión clara y utilizar todos los recursos del universo para el bien, para el desarrollo, para el crecimiento. Todo este juego de los elementos al servicio del bien nos dará felicidad como resultado.
Aquí tenemos una pauta para trabajarnos a nosotros mismos, y si nos amamos con todo nuestro ser, no quedará otro camino que el crecimiento constante y eso se traduce siempre en felicidad para nosotros y para cualquiera que con nosotros coincida.
Te deseo buen camino hacia la felicidad a través de la autoestima.
Con mi cariño.
José Luis
Gracias por seguir en contacto:
http://www.dordesa.com/ joseluis@dordesa.com
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar