Cada vez más convencido del poder que los pensamientos tienen sobre la
mente, y que ésta regula nuestra vida física y psíquica, incluso diría
que está altamente relacionada con la espiritual, hoy viene a mí el
concepto: “ABUNDANCIA Vs. ESCASEZ”. Haciendo énfasis en que si mi
pensamiento se centra en lo que me falta, en lo que no tengo, en lo que
después vendrá, etc.
Mi mente se irá configurando con ese sentido de escasez, lo que generará
angustia. Por otro lado si mi mentalidad es de abundancia, entonces mis
pensamientos irán hacia la posibilidad en lugar de hacia la dificultad;
disfrutando plenamente de lo que tengo, aprovechando todas las
circunstancias y centrando mi atención e interés en la dicha del momento
presente.
Traduciendo esta realidad del funcionamiento mental a la
materialidad de la producción, distribución, consumo y manejo de
alimentos, nos encontramos con dos mentalidades opuestas y con
consecuencias a veces muy tristes. Por un lado la riqueza de nuestro
planeta que, con sus características, puede ser un gran productor y
distribuidor de alimentos; por el otro la mentalidad de que la
producción de alimentos es menor de lo que necesitamos para
abastecernos, esta mentalidad es de escasez.
Resulta paradójico, pues
quienes generan la mentalidad de escasez son los que tienen más
abundancia de cosas materiales. O sea quienes entran en crisis porque
piensan que no alcanza para todos son los que tienen mucho, a quienes
les sobra, los que acumulan y tienen los graneros llenos, los que tiran
alimentos al mar para que no bajen los precios; por eso crean ese
ambiente de inseguridad para que los que no tienen se vean al límite y
se desesperen, justificando así que es la situación la que genera la
crisis y no su ambición y mal reparto.
Podríamos entonces decir que
la escasez o abundancia son cosas del corazón y de la mente, aunque los
ejemplos que pongamos para entender tengan que ver con los signos de la
abundancia o la escasez y no con la raíz del significado.
De ahí que
el punto en que podemos tener más influencia es en el personal. Primero
porque si nosotros tenemos una mentalidad y hacemos un trabajo con
nosotros mismos, es posible que exista un cambio significativo. Si se da
ese cambio personal, seguro que la gente que vive cerca de nosotros,
como es nuestra familia, los compañeros de trabajo o de club o de grupo
religioso o amigos, se verán beneficiados por nuestro cambio y algunos
irán realizando sus propios cambios, lo cual va logrando la
transformación de la sociedad. Por otro lado si tenemos influencia en
algún grupo por nuestro tipo de trabajo o acción social, también son
buenas plataformas para impulsar los cambios.
Un cambio personal que
podemos ir haciendo en el campo de los alimentos y en general del
consumo o las posesiones consiste en necesitar menos, es decir bajarnos
del carrusel del consumo, aprender a vivir en forma simple y sencilla,
tomar conciencia de que la mayoría de nuestras necesidades son creadas,
no básicas, ni reales, sino del pensamiento, del ego. Este paso lo
podemos ir realizando en nuestra vida cotidiana, por ejemplo: podemos
darnos cuenta de que estamos respirando y que el aire es gratis, oler y
saborear los alimentos dando gracias por tenerlos y extendiendo nuestra
gratitud a las personas que los cultivan, que los procesan y que nos los
facilitan, gozando y expresando nuestra alegría de compartir nuestra
mesa con otros, etc. Y así, en las pequeñas cosas tener este sentido de
DICHA y GRATITUD. Asé de simple es la mentalidad de ABUNDANCIA.
Con mi cariño de siempre
José Luis
joseluis@dordesa.com
www.dordesa.com
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