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Continuando con la reflexión del mes pasado y motivado en esta ocasión por todas las personas que quieren aprovechar al máximo sus recursos y no gastar más energía en entender los porqués de los acontecimientos sino más bien en descubrir los paraqués de cada una de nuestras acciones, veremos otros puntos que también forman este bagaje de experiencia que hemos llamado herencia.
LOS CONOCIMIENTOS
Nuestra sociedad ha establecido sistemas educativos, en ellos desde la más tierna edad las niñas y niños acuden a la guardería, el kínder o la primaria. Los primeros años de vida según la psicología son fundamentales para la formación de la personalidad, por lo tanto lo que recibimos en nuestra infancia por medio de nuestros maestros, los ambientes escolares y las relaciones que ahí mantuvimos, influyen significativamente en la vida que de adultos llevamos, en nuestra conducta, actitud y desempeño.
Dado que es tan importante la educación será bueno reflexionar sobre la herencia que de ella recibimos. Las monedas que acumulamos en forma de conocimiento académico y la experiencia relacional durante los años escolares se han convertido en la edad adulta en resultados y posiblemente en formas y estilos, algunos repetitivos o compulsivos y otros liberadores.
Cuestionamiento:
- ¿Cuáles son los recuerdos más fuertes que tengo de mi época escolar?
- ¿Qué pienso al respecto de lo que recibí, de cómo lo recibí, del ambiente?
- ¿Cómo he capitalizado mis conocimientos y experiencias escolares?
- ¿Qué es lo que más me ha servido en la vida práctica de lo que aprendí en mi vida estudiantil?
EL FRUTO DE MI TRABAJO
También tenemos en nuestro costalito de monedas los resultados de nuestra vida productiva. Sea cambiando pañales y haciendo de comer, o en la industria alimentando la línea de producción, ordenando papeles en una oficina o cortando el pasto en un jardín, nuestro hacer siempre es útil para algo o para alguien y lo laboral es un pilar importante en nuestra propia valoración (autoestima), el medio para obtener los bienes materiales que necesitamos y el sentido de utilidad tan necesario para nuestra felicidad.
En el caso de que ahora seas estudiante de tiempo completo puedes valorar tu esfuerzo y productividad en función de la entrega y el empeño en el aprendizaje significativo.
Lo que hemos hecho hasta ahora es también parte importante de nuestra herencia.
Cuestionamiento:
- ¿Me siento útil? ¿Para quienes?
- ¿Lo que hago hoy me satisface? ¿Lo hago con gusto?
- ¿Qué es lo mejor de mi vida laboral y productiva?
- ¿Para qué le sirve al mundo lo que yo hago?
LAS RELACIONES SOCIALES
El otro elemento importante que suele dejar huella, es el mundo de las relaciones, los amigos, la vida social, los grupos de pertenencia, etc. A través de ellos hemos construido nuestra propia red social, hemos compartido diversión e intimidad, servicio y expansión, momentos buenos y malos amores y desamores, algunos amigos sin duda son más significativos que los propios familiares y otros han pasado por nuestra vida dejando huella, sin importar la distancia los estilos o la vida personal.
Cuestionamiento:
- ¿Cuál es el saldo actual de mi cuenta de banco relacional?
- ¿Soy buen amigo? ¿Tengo buenos amigos?
- ¿Qué situaciones concretas de mi vida social me han ayudado en momentos importantes o difíciles?
Como podemos comprobar a través de estos cuestionamientos, la herencia que tenemos en nuestro haber es muy basta, y de nosotros depende usarla bien, aceptarla o rechazarla, administrarla o despilfarrarla. Lo que está claros es que el paquete viene completo.
Espero tus comentarios.
Con mi cariño de siempre.
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