domingo, 9 de noviembre de 2014

LA DESOBEDIENCIA POSIBLE

Amigos lectores:

Urge que participemos en algo que se antoja sea un parte aguas en nuestra nación, que hagamos “esperanza” de lo que algunos sólo tienen como expectativa, que empecemos a movilizar las mentes adolescentes y juveniles, con su creatividad, para que vayamos ideando formas nuevas, de protesta, de exigencia de cambio, de vivencia democrática, de volver a la libertad y participación ciudadana, que engañosamente se nos han quitado, bajo máscaras de novedad, y de publicidad ambigua y mentirosa, prostituida por el dinero del pueblo mal usado por los gobernantes, en su ambición de callar a todos y lograr la dictadura perfecta.


Tenemos que abandonar las formas en que hemos querido mostrar a la autoridad la desaprobación de sus conductas, manejos, corrupción, engaño, chantaje, crímenes, y robos de dinero y de la dignidad de una nación y de un pueblo con larga historia de cultura, de arte, de trabajo, de sencillez y convivencia. Formas que ya rebasan por la indignación lo formal, lo legal y lo pacífico, volviéndose formas negativas, de agresión, destrozo, y ataque dando así pie, a que sea usada la represión, las fotos mediáticas, y los grupos de choque que contrarrestan lo que se quiere demostrar y lograr.

Denisse Dreser en su artículo del día 3 de Noviembre del año en curso en “Las tres más uno”, nos habla de esto, y nos muestra lo que ya ha sucedido en otras partes del mundo, y lo escribe en un artículo del que entresaco yo algunos párrafos:
“Para diseñar el disenso como los artistas mexicanos que han creado camiones de Día de los Muertos, rodeados de fotos de los 43 desaparecidos. Para ir más allá de la marcha. Para desechar las viejas formas rituales de protesta e inventar otras.

A través de la sorpresa. A través del absurdo. A través de la desobediencia civil al estilo de Rosa Parks quien se negó a cederle su asiento de autobús a un hombre blanco, como lo exigía la ley estadounidense en los 50.

Resistiendo y creando. Y es fácil sentir que nada de lo sugerido importa; que no será lo suficiente para hacer la diferencia. Pero “Los buenos somos más”.

Y al mirar la historia de la humanidad es necesario comprender que cada cambio, cada movimiento, cada viraje social comenzó con un grupo de amigos y colegas aferrados a una idea que parecía imposible en ese momento.

Cómo empoderar en México al mismo tipo de personas que desafiaron al Partido Comunista checo, o se pararon frente a los tanques en Tianemen, o marcharon por las calles de Alabama exigiendo la desegregación racial, o encendieron las calles de Soweto clamando el fin del apartheid. Cómo volver a Ayotzinapa un punto de quiebre.

Cómo hacer que una tragedia personal de 43 familias se convierta en un movimiento colectivo. Algo que comience a cambiar la forma en la que rechazamos y nos rebelamos. Algo que algunos llaman los imposible. Una ocupación, un movimiento social, una protesta que vaya más allá de las calles y los zócalos. Una forma de usar el arte y la creatividad y la imaginación. Aquí. Ahora.”

De esto se trata amigos, hagamos concursos en los bachilleratos, aceptemos ideas, eduquemos a una desobediencia que sea civilizada, pero, creativa, fuerte, capaz de lograr lo que en otras partes del mundo, sedientos como nosotros de verdad y libertad, han hecho.

¿Puede usted hacerlo en su familia, en sus grupos de amigos, en su comunidad? Prender la creatividad Mexicana, ante el absurdo que vivimos.

¡Hagamos la Esperanza!

JUAN IGNACIO.

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