En
el periódico del día 9 de Agosto del año en curso se da como noticia una
estadística sobre los famosos “ninis” a nivel nacional, y se dice que existen
en México alrededor de 2.3 millones de ellos, y en Querétaro se apunta la existencia
de nueve mil, jóvenes entre los 14 y 29 años que ni estudian ni trabajan. Y el
rector de la UNAM José Narro Dice: “El problema no son los jóvenes, los
problemas ya existían”.
¿Problemas
de qué tipo? ¿De falta de medios y capacidad para dar educación a todos? ¿De
capacidad para ofrecerles empleo cuando terminen su carrera? ¿De un mundo mejor
para ellos?
Porque
ese paso de adolescentes y jóvenes a la vida adulta se está volviendo como el
paso que dan nuestros nacionales cuando tienen que ir a otro país a buscar
futuro, arriesgando todo, y sin saber bien a bien, qué les pasará en este
trayecto.
La
frontera en estas etapas de la vida, en nuestro País se ha vuelto causa de
reflexión necesaria, dado que por un lado vemos y constatamos el esfuerzo de
muchos maestros en las instituciones educativas, sobre todo particulares, por
pensar estrategias para la educación en este nuevo ciclo escolar, la
combinación de la ciencia, la experiencia, los nuevos modelos educativos, la
realidad de las instituciones, y el nuevo perfil que presentan las generaciones
de estudiantes actuales, y por otro vemos a los partidos políticos metidos en
situaciones ya no de preocupación, sino de horror, cinismo y desconfianza
total, como el caso de los exgobernadores de estados que han robado las cuentas
públicas, o de un hermano del ex presidente Salinas al que se le condona todo
el robo y daño hecho, el caso PEMEX que llena de desconfianza los pasos que se
quieren dar sobre la paraestatal, o guardias populares en Guerrero que toman
presos a militares dando muestras de un vacío de poder nacional, o peor aún, de
un México que se va volviendo pedacitos con dueños diferentes…y no vemos
respuesta alguna, sino como siempre, discursos, palabras, datos camuflados, y
gente bien peinada…
El
problema es LA ESPERANZA. ¡Sí, la puerta del infierno es la desesperanza, donde
comienza la desesperación, o sea el vacío y sin sentido, donde ya no se ve
futuro, y donde ya no existe lo algo más!
Pero,
sí hay ESPERANZA, en estos días he visto gente llena de entusiasmo prepararse
para dar lo mejor de sí a los alumnos. He visto gente llena de alegría por
haber podido visitar alguna parte hermosa de nuestro País. He constatado cómo
hay extranjeros hablando maravillas de México. He tocado con mano a Mexicanos
profesionistas que luchan todos los días por hacer y dar lo mejor en su
profesión. Personas metidas en grupos de apoyo ayudando a muchos que necesitan.
Reuniones de personas que están metidas en empresas de ventas y auto empleo,
que crecen y ganan económicamente por su esfuerzo y disciplina.
Nos
falta comunicar esto, gritarlo, decirlo a los jóvenes, publicarlo, pues, hay
abundancia de cosas buenas, pero, si sólo vemos las carencias, el pesimismo y
la desesperanza aumentarán.
Me
comentaba una gente joven que fue a un retiro-taller que promovemos: Le
platiqué a mi hermano que es un Nini, y me escuchó atentamente, todo lo que hicimos
y vivimos, y sé por su expresión que al menos le dejé el gusanito de que puede
hacer algo más…
Con
mi cariño: JUAN IGNACIO
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