México es el país con mayor porcentaje de
estrés vinculado al trabajo, pues, 75% de los empleados lo padecen y 25% de los
infartos derivan de una enfermedad relacionada con el estrés, de acuerdo con
encuestas realizadas por el IMSS. Este dato ha sido publicado en una página
completa en el periódico Plaza de Armas del 6 de Julio de este año, pero,
parece una página más y nadie le hace caso.
Pero cuando uno lee esto, querido lector, le
vienen a la mente muchas preguntas y conjeturas: ¿En serio trabajamos tanto y
presionados de tal modo, que nos pasa esto? ¿Trabajamos mucho y sin ver
resultados de adelanto económico que eso nos desanima y estresa? ¿No consiguen
trabajo muchos connacionales? ¿No hay buenas organizaciones empresariales que
ayuden al trabajador con remuneración justa, horas laborales indicadas,
ambiente humano y digno, sobre todo para la mujer?
Y es interesante que en días anteriores en el
mismo periódico se publicara un artículo de Erubiel tirado experto en seguridad
nacional, que aseguraba que la debilidad del estado mexicano en sus tres
niveles de gobierno hacen que muchos delincuentes vengan a esconderse aquí, y
sólo cuando la Interpol, Europol, o la FBI. reclaman que están aquí, México los
arresta y entrega, como ha pasado últimamente con el caso Walter Lee Williams,
Joe Luis Sáenz, Otis Vernell, o el neonazi David Joseph quien descuartizó a su
novia. Vienen a vivir y a esconderse a este país, e incluso trabajar sin ningún estrés,
remordimiento, temor, y gozar nuestro paradisiaco México, sus playas y paisajes.
Y por otro lado, debajo de esa página del mismo
periódico, fechado a 6 de Julio, se da la nota de Mandela, este gran hombre que
pasó 27 años recluido, en una celda reducida, con el odio de sus guardias
rodeándolo, queriéndole matar día a día su esperanza, que a estas alturas uno
de sus grandes amigos y compañero de lucha, aclaró que pensarían en apagar
aparatos que lo mantienen con vida, sólo si hubiera un mal funcionamiento o
fallas de sus órganos vitales, pues, Nelson a su edad, y todo lo que ha vivido,
se encuentra muy entero, sólo que se va apagando.
¿Qué estresa al mexicano trabajador, vivo,
alegre, dicharachero, cálido, amistoso, apasionado, en una tierra pródiga, con
buen clima, y gobernado por gente que él ha votado? ¿Será que todo esto
mencionado no es cierto y vive en una mentira disfrazada de verdad? ¿Nos han
matado la esperanza sin necesidad de cárceles o confinamientos? ¿Es tanta la
corrupción, y falta de consecuencias, que el cinismo nos ahoga, y la clase
política no despierta? ¿Podemos hacer algo para estar sanos, y que el Estrés no
nos enferme y mate?
Vale la pena querido lector, platicar de esto
en círculos de amigos, con la familia, en los grupos laborales, porque es ahí,
donde los adultos aprendemos, de los otros, de ver propuestas y estrategias que
ya otros están viviendo: No descuidar las comidas a tiempo; No dejar de tomar
agua suficiente; Estar atentos ya a lo que comemos; Saber relacionarnos mejor;
Ser responsables de nosotros mismos, de nuestro trabajo, de nuestras familias;
Hablar de lo bueno, alentar la esperanza; Hacer ambientes agradables y sanos de
convivencia porque saludamos, agradecemos, felicitamos, reconocemos, exigimos,
ayudamos y damos lo mejor de nosotros mismos; Hacer ejercicio; Reflexionar;
Reír más.
Con mi cariño: JUAN IGNACIO.
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